Masturbación y Disfunción Eréctil: Datos Sorprendentes

Hace un siglo, los médicos hicieron campaña contra la masturbación, culpándola de toda clase de males, desde la ceguera hasta la locura. El doctor John Harvey Kellogg, ^[1], quien se oponía con especial virulencia a la masturbación, incluso afirmaba que podía conducir a la muerte. Afortunadamente, más tarde se redimió inventando los copos de maíz y la mantequilla de cacahuete.

Hoy día sabemos que, pese a todo lo que hayan podido decirles sus abuelas, la mayoría de hombres (aproximadamente el 61%, según la Encuesta de Salud Nacional y Vida Social ^[2]) se masturban, y los estudios sugieren que puede ser un importante factor para la salud sexual de ambos sexos ^[3]

¿Pero más es siempre mejor, y es toda la masturbación igual? ¿Puede asociarse la masturbación con dificultades sexuales? En la mayoría de casos, la respuesta es: “Adelante, haga lo que le haga sentirse bien, tan a menudo como le haga sentirse bien». Pero exploremos esto con más detalle, y veamos las mejores formas de jugar al solitario, y algunas formas que podrían reflejar un problema.

Masturbarse para Tener una Gran Salud Sexual

Ante todo, la masturbación nos ayuda a conocer nuestro propio cuerpo. Si no descubrimos lo que nos gusta a NOSOTROS, ¿cómo le diremos a nuestra pareja lo que tiene que hacer? ¿Podría enseñar a alguien a tocar el violín sin haber tenido nunca un arco en las manos? Si aprende a darse placer de forma creativa, puede que también descubra cómo ser una pareja sexual creativa.

En segundo lugar, la masturbación y las relaciones sexuales liberan compuestos químicos beneficiosos, ^[4] particularmente la dopamina (un compuesto químico que estimula los centros de placer del cerebro) y las endorfinas, sustancias que reducen la percepción de dolor. También liberan prolactina, un neurotransmisor que ayuda a quedarse domido tras el acto sexual. Estos son mecanismos que la ciencia médica actual sólo está empezando a explorar, pero casi con seguridad descubriremos más sobre la conexión entre una buena salud sexual y la buena salud general.

También hay evidencias de que una eyaculación frecuente en los hombres está vinculada a un menor riesgo de cáncer de próstata, según la Harvard Medical School. ^[5] Los investigadores de Harvard descubrieron que los hombres que eyaculaban 21 o más veces al mes tenían un 33% menos de riesgo de cáncer de próstata. Si bien no todos los estudios coinciden, hay otras buenas investigaciones que respaldan esta afirmación. (Nota: Sólo porque estos eminentes científicos mencionen 21 veces al mes. NO hace falta que las vaya anotando en una pizarra. Simplemente recuerde que, en este caso, más es probablemente mejor).

Además, la pelvis y los músculos del suelo pélvico (todos aquellos que se encuentran detrás del pene y en su base) son como cualquier otro músculo del cuerpo: se benefician y refuerzan con el ejercicio. Reforzar esta zona puede tener efectos beneficiosos para el funcionamiento sexual y el control urinario en etapas posteriores de la vida.

Los Sí y los No de la Masturbación

Frecuencia de masturbación

Cuanto más aprendemos sobre los seres humanos, más entendemos que son infinitamente variados. No hay una frecuencia «estándar» que valga para todos los hombres. A algunos individuos les gusta masturbarse a menudo, y a otros no. Los rangos normales van desde varias veces a la semana a varias veces al día. El problema viene cuando el exceso de eyaculaciones afecta a su capacidad para practicar sexo con una pareja o cuando prefiere la masturbación a hacer el amor (adicción a la masturbación). ¡Una estimulación y eyaculación demasiado frecuentes pueden conducir a un pene enrojecido y dolorido! Y ocasionalmente, hay quien prueba una técnica masturbatoria que es directamente peligrosa. Le dejamos los resultados a su imaginación… no ponga nada en ningún sitio de donde no lo pueda sacar.

Por otro lado, puede masturbarse todo lo que quiera sin eyacular muy a menudo (llegar al borde del orgasmo). Esto puede proporcionarle todos los beneficios mencionados sin las desventajas.

Técnicas de Masturbación

Una vez más, los seres humanos son inmensamente variados, e igualmente los hombres son muy variados en sus preferencias y técnicas de masturbación. No obstante, ciertas técnicas pueden acabar creando dificultades para excitarse o llegar al clímax. Por ejemplo, si la masturbación se realiza normalmente mediante movimientos muy rápidos y/o una gran presión o fricción, acostumbrando al organismo a este grado de estimulación, el resultado puede ser lo que los expertos llaman «eyaculación retardada». ^[6] Básidamente, los hombres que se masturban de este modo acaban necesitando un estímulo muy fuerte para sentir placer, y puede ser difícil para la vagina, boca o mano de su pareja duplicar este estimulación intensa.

Recuerde: Una estimulación delicada y prolongada, realizada cuando realmente tenga tiempo para centrarse en ella y estar presente, puede ser EXQUISITA.

¿Qué hay de usar porno?

La pornografía, uno de los temas más polémicos que existen, es un área de intensa controversia que sólo estamos empezando a comprender. De nuevo, los gustos varían enormemente, y el mejor consejo puede ser «todo con moderación». Hay gente a la que no le gusta la pornografía, pero ver porno ocasionalmente es perfectamente normal, y puede ayudarle a aprender una o dos cosas, así como darle ideas sobre lo que podría hacer con su pareja la próxima vez.

El problema con el exceso de porno es que, de forma fisiológica o psicológica, puede dañar nuestra conexión emocional y nuestra erección durante las relaciones sexuales. ^[7]

Considere las siguiente situaciones:

• La pornografía puede crear o agravar una adicción a la masturbación.
• Afrontémoslo: la mayoría NO tenemos el aspecto de los chicos y chicas que salen en las películas porno. Muchos no podemos permitirnos apuntarnos a un gimnasio o pasarnos horas levantando pesas para ponernos cachas. Así que el riesgo de ver demasiado porno es que nos acostumbramos a ver cuerpos jóvenes y firmes, con lo que los hombres y mujeres «reales» no darán la talla.
• Si le excita algún fetiche que sólo puede ver en películas y no practicar con su pareja, puede perder totalmente el deseo de acostarse con ella.
• A medida que vea más porno, necesitará escenas más visualmente estimulantes para mantener la erección, lo que podría causar impotencia durante las relaciones normales.
• El porno también puede provocar ansiedad acerca del rendimiento. Después de todo, ¿podemos realmente estar a la altura de esos fortachones?
• Más aún: parece que de hecho el porno cambia nuestro cerebro. El sistema nervioso se adapta a las nuevas condiciones en que se encuentra. Si nos rompemos una pierna, los narcóticos nos benefician reduciendo el dolor y el estrés, y ayudando a una recuperación más rápida. Pero si los usamos demasiado tiempo, el cerebro se adapta a ellos, necesita más y más del mismo efecto, y podemos llegar a engancharnos.

 

Hay muchos términos glamurosos para describir los problemas de erección provocados por el exceso de porno, aunque la mayoría de expertos la llaman disfunción eréctil causada por pornografía.

Deje de Ver Porno

Si el porno ha afectado su capacidad de tener relaciones sexuales, debe dejar de verlo por completo. Con el tiempo, el problema deberá disminuir o desaparecer. Tómese su tiempo para formar una conexión y descubra lo inventiva que su pareja (¡o usted mismo!) puede ser.

Cambie su Modo de Vida

¡A menudo la disfunción eréctil tiene causas que pueden ser fácilmente tratadas con ejercicio y nutrición, lo cual puede hacer usted mismo! Esto también se aplica a la disfunción eréctil causada por el porno. Puede consultar nuestra guía sobre la disfunción eréctil.

Aumente su Testosterona Naturalmente

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